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81 ~ ¡Señor, yo te conozco!
1
¡Señor, yo te conozco! La noche azul, serena, me dice desde lejos: “Tu Dios se esconde allí”. Pero la noche oscura, la de nublados llena, me dice más pujante: “Tu Dios se acerca a ti”.
2
Te acercas, sí; conozco las orlas de tu manto en esa ardiente nube con que ceñido estás; el resplandor conozco de tu semblante santo cuando al cruzar el éter, relampagueando vas.
3
Conozco de tus pasos las invisibles huellas del repentino trueno en el crujiente son; las chispas de tu carro conozco en las centellas, tu aliento en el rugido del rápido aquilón.
4
¿Quién ante ti parece? ¿Quién es en tu presencia más que una arista seca que el aire va a romper? Tus ojos son el día; tu soplo es la existencia; tu alfombra el firmamento; la eternidad tu ser.
5
¡Señor!, yo te conozco; mi corazón te adora; mi espíritu de hinojos ante tus pies está; pero mi lengua calla, porque mi mente ignora los cánticos que llegan al grande y buen Jehová.