245 ~ ¡Oh! salvo en la Roca
1
¡Oh! salvo en la Roca más alta que yo, la Roca de vida que Cristo abrió, brindando a su pueblo las aguas de paz. Oh, Roca divina, serás mi solaz.
Coro:
Salvo en ti, salvo en ti, ¡oh Roca bendita, me escondo en ti!
2
Que vengan conflictos, tumultos, dolor: a Cristo, mi Roca, iré sin temor; recibo consuelo, consejos y luz: la Roca divina es mí amante Jesús.
3
Y cuando mí vida se acerque a su fin y oiga por fe el divino clarín, tus límpidas aguas trayendo virtud, oh Roca divina, serán mi salud.
4
El lóbrego valle no temo cruzar, pues tú me guiarás y me harás descansar; seguro en tu guarda, con paz dormiré: Jesús, el Eterno, es mí Roca, mí Rey.