206 ~ Padre, tu Palabra es mi delicia
1
Padre, tu Palabra es mi delicia y mi solaz, guía siempre aquí mis pies y a mi pecho trae la paz. Es tu santa Ley, Señor, faro eterno, celestial, que en perenne resplandor norte y guía es al mortal.
2
Cuando obedecí tu voz en tu gracia fuerza hallé, y con firme pie, y veloz, por tus sendas caminé. Tu verdad es mi sostén contra duda y tentación, y destila calma y bien cuando asalta la aflicción.
3
Son tus dichos para mí prendas fieles de salud. Dame, pues, que te oiga a ti con filial solicitud. Es mi ciencia, mi saber, tu divina voluntad; y por siempre lo ha de ser en la grande eternidad.