177 ~ Se pone el fulgurante sol
1
Se pone el fulgurante sol. Por la tranquilidad rural la queda suave oímos dar: ¡ Hermano, esta hora es la final!
2
Es la hora del ocaso, en que la obra de siglos se ha de hacer, llevando el Nombre salvador a los perdidos, por doquier.
3
Perdido has mucho cuando allí ocioso estabas sin llevar precioso trigo al alfolí; por eso debes hoy llorar.
4
Los pasos de él sentimos. Ya. ¡A trabajar! Pues su eternal amor y fuerzas hoy nos da. ¡Hermano, esta hora es la final!